Blog - Nunca estamos solas

TODO ES PARA BIEN…

Cuando miro hacia atrás y observo que cambió real y profundamente en mí, me doy cuenta que es mi vínculo con la fe.

Antes tener fe consistía en pedir que las cosas fueran tal como yo entendía que era mejor que se dieran. Me preocupaba mucho por demasiadas cosas que no eran importantes, y gastaba una energía muy valiosa que no me dejaba fuerzas para cuando me tenía que ocupar.

En un momento llegué a enfermarme porque no podía comprender que las decisiones que tomaba mi hija en el ejercicio de su libre albedrío, no eran las que yo necesitaba que tomara.

Y cuando se entra en esa espiral de ponerse en víctima, creerse que el mundo conspira contra uno y que los poseedores de la verdad somos nosotros… “Houston, tenemos un problema”… y grande.

Porque la vida es un examen permanente. Un aprendizaje contínuo. Un “te pongo a prueba” constante.¿Por mera maldad del Universo? Yo creo que no. Que se trata de ver si finalmente captamos la manera de posicionarnos ante las situaciones.

Cuando miro hacia atrás me doy cuenta que mi vínculo con la fe cambió.

En primer lugar cuando sucede algo no lo juzgo ni como bueno ni como malo. Sencillamente ES. Hay personas que ante un hecho dicen “Qué horrible…”. Y yo pienso. ¿cómo sabes que es horrible?¿y si simplemente es una parte más del recorrido ? Uno que lleva a un buen lugar pero tiene que pasar por esa estación…

En segundo lugar, cuando estoy ante una situación compleja me pregunto; ¿de qué me tengo que ocupar? O sea, que es lo que me corresponde y que no, y cuanto. Y hago lo que tengo que hacer en el momento que hay que hacerlo.

Y finalmente, espero. Porque si realmente creo que “Todo es para bien”, el desafío no es escribirlo, ni tatuárselo, ni ponerlo de estado de ánimo… sino aplicarlo. Para uno mismo y para los otros.

Vivir en la sintonía del “Todo es para bien” es la piedra angular de la actitud con que te paras ante cada suceso. Con o sin fe.

Por eso cuando rezo, pongo en manos de Dios todos mis asuntos. Porque sé que son las mejores manos. Las más sabias. Las más amorosas. Las más leales.

Hoy sólo por hoy, piensa en la sintonía de que Todo es para bien, y dale tiempo al tiempo de que te lo demuestre…

Bendiciones!!

Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos