Blog - Nunca estamos solas

TIERRA DE HISTORIA VIVIENTE

Cada castillo, cada calle, cada paisaje, cada salida del sol, cada noche profunda llena de fantasmas, cada sonido de las botellas de cerveza al brindar, cada palabra en gaélico, cada plato de haggis rebosante es una invitación a los sentidos, a la magia, a dejarse ir.
Exploro mi maletín de alquimia, el que me acompaña a todos lados cuando viajo dentro o fuera del país. Miro la pasta de Gárgolas, para larvas y espectros. La apoyo sobre la mesa, junto con el carbón, la kama alquímica, el Cirio San Cristóbal.
Desde afuera apenas se escucha ruido alguno. La noche cayó sobre Edimburgo, envolvió de niebla sus recovecos, acompañó los pasos de cada uno de sus habitantes y me llevó hasta mi cuarto, donde lavo el polvo del día y busco el momento para conectarme con mi Ser profundo.
Leer Registros es más que una actividad. Es una manera de ser y ver el mundo. Por eso cuido que el lugar donde duermo esté limpio. Veo chirriar sobre el carbón caliente las piedras de la pasta, la paso por el cuarto, dentro de los placares, bajo la cama. Pido paz para cada una de las almas que no han encontrado su camino, y amor para cerrar las heridas de la historia, de las viejas canciones olvidadas, de los hombres que cayeron luchando por lo que creían, de las mujeres que portan las tradiciones e hilan con las cabezas juntas en las noches de invierno, devanando vida, uniendo generaciones.
Termino de limpiar el lugar y me acuesto. Un punto en el Universo, unida a todos los otros puntos a través de los tiempos. Por formar parte del tejido de mi vida… GRACIAS GRACIAS GRACIAS…

Escocia, agosto 2017.

Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos