Blog - Nunca estamos solas

Si te gusta Harry Potter…

Si te gusta Harry Potter, si miraste la serie Outlander, Escocia es tu lugar.

Siempre digo que para comprender las cosas tengo que pasar dos veces frente a ellas.

En mi primer viaje fui a dar por casualidad al castillo de Blackness y me pareció oscurísimo. Salí diciendo que tenía una energía pesada y que “mejor me voy de aquí.” Entonces entré a tomar un café en la tienda de souvenirs y vi las fotos del backstage de la serie. Ahí habían azotado a Jamie. Ahí había rescatado a Claire en el momento en que el capitán Randall se iba a abusar de ella. Ahí…

Así es que pegué la vuelta y arrastrando el ciático, comencé a mirarlo desde ese otro lugar mental. Extasiada.
Algo así me pasó con Harry Potter y la multitud de lugares en los que se inspiró J. K. Rowling para escribirlo. De hecho pasé por la esquina de Victoria Street, el famoso callejón Diagon, y pensé “que callecita tan mona con esa curvita”.

Esta vez digamos que me vine preparada. Una querida amiga me pasó la data de un tour gratis sobre Harry Potter. En realidad me envió el enlace de toures gratis para ver la ciudad, pero yo elegí el de mi amado Harry. Así que terminé siguiendo a un pelirrojo de flequillo que me hizo entrar en un cementerio (tenía óleos y destilados por todo mi cuerpo) y explorarlo de pe a pa. Que me obligó a caminar a ritmo de veinteañera que era la edad promedio del resto de los del tour. Y que me sometió a un examen previo acerca de mi conocimiento sobre el tema “Porque no es cuestión que a mitad de camino alguien me pregunte cuales son las cuatro casas de Hogwarts.” Y me miró fijo hasta que se las dije. Mi hija Micaela habría estado orgullosa de mí.

Luego, como alquilé a media cuadra del callejón Victoria St, me lo camino todos los días y entro religiosamente a The museum of Harry Potter, sugerido por el pelirrojo del flequillo como el único que se toma el tema en serio. Y he tomado varias veces el té donde la escritora escribió tres de los libros, con ventana al cementerio. Con lo cual…he hecho los deberes.

Y con Outlander, pues me contraté un tour. Todas mujeres menos mi milagro viviente. Españolas. Nos lo hemos pasado fenomenal. El guía no tenía ni idea de nada. Se nota que le dieron un mapa y le dijeron “Mírate la serie”. No lo necesitábamos. Llevábamos verdaderas eruditas en el tema que incluso recrearon algunas de las escenas en los lugares originales. Maravilloso.

Me gusta vivir con los pies en la tierra y la mente en el aire. Que lo que yo hago, más allá de todo el marco racional, la ética, los cuidados, la seriedad con que me lo tomo, me hace vivir en la delgada línea roja entre el mundo real y el paralelo. En ese mundo paralelo hay espacio para la magia de Harry Potter. Que me he visto la batalla final entre él y el innombrable tantas veces que he perdido la cuenta. Algo de esa batalla es la que libramos cada día quiénes trabajamos con energía. Sólo que sin varitas mágicas, ni hechizos Expecto Patronus. Que tan bien me vendrían. Porque de oscuridades y otras hierbas sí que hay toneladas con las cuales lidiar cotidianamente.
Detrás de la fantasía hay realidad. Una realidad vestida de tal forma, que cuando la ves, no la reconoces…

Por viajar conmigo cada día, gracias, gracias , gracias. Nunca estamos solas! Bendiciones infinitas!

Simone Seija Paseyro
Lectura de Registros Akasicos