Sé que no me voy a perder
Lo sé porque perderse es un estado de ánimo no una realidad.
Sé que no me voy a perder cuando por olfato entro por una calle y termino en un mega parque, montaña incluida.
Sé que no me voy a perder si recorro senderos de grava, y termino en callecitas llenas de escaleras y túneles.
Sé que no es grave no tener idea de para donde está el norte de la brújula, porque lo complejo es que se desnortee la brújula interna.
Sé lo que es estar perdida no unas horas, sino unos años.
Perdida de ti misma. Completamente.
Como si estuvieras recorriendo tu calle de siempre pero en tu casa viviera otra.
Así que cuando vamos por lugares nuevos encontradas con nosotras mismas, no hay posibilidad de perderse, sino oportunidades.
De preguntar el camino y conocer personas, que saben más que uno porque ya lo recorrieron. De jugar a ensayo/error y perder el miedo a equivocarse. De tomarnos el tiempo de disfrutar lo que va surgiendo. De salirnos de la zona de comodidad que es como un marshmallow gigante, dulce, acolchadito, tentador, pegajoso, tan difícil de soltar.
Estar perdida es cuando decís que sí y en realidad querés decir que no.
Estar perdida es no saber quien sos ni que querés.
Ni lo que te hace bien. Ni lo que te hace mal.
Es no saber donde comienza tu espacio, donde poner tus límites.
Es olvidarte de lo que te da felicidad.
Es poner piloto automático y dejar de encontrarte con la gente que te hace bien.
Es manejar tu vida por los “que dirán de mí” , sin preocuparte por el “que dirás tu de ti misma” en unos años. En unos días. En este momento.
Si te hace sonreir, es que todo está bien.
Aunque para algunos en tu entorno no lo esté.
O discrepen.
O tengan temas contigo para resolver que sientes que ya no te conciernen.
Amo perderme por caminos singulares. Temo perderme en esos caminos colectivos que dejan tranquilo a muchos pero a mí me dejan sin identidad ni fuerzas.
Piérdete de vez en cuando. Pero no te pierdas a tí misma. Ni a quiénes te hacen bien.
De los otros, de los que te hacen olvidar quien sos, piérdete lo antes posible.
Y si te sucediera, no es grave. El poder está dentro de ti. Date permiso para hacer uso de tu fuerza y de tus ganas,
Bendiciones infinitas! Porque nunca estamos solas!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akasicos