Oleadas de luz venciendo la oscuridad
Somos energía. Y cualquier movimiento energético nos afecta.
Desde los medios de comunicación, desde la sobre información, desde la mirada inmersa en una realidad de miedo, hace aproximadamente dos semanas que está emanando continua y sostenidamente una oleada de negatividad y temor que se inserta en nosotros sin darnos cuenta.
Nos invaden pensamientos tristes. Nos enojamos. O pensamos que otros se enojan. Afloran frustraciones. Desconfiamos. Nos sentimos agredidos y agredimos. O callamos. Añoramos. Perdemos claridad y nos olvidamos de la Luz que anida en cada uno de nosotros, reflejo de la Luz Suprema.
La mejor manera de manejar a las personas es infundirles temor. Crear atmósfera de que lo peor puede suceder. Que podemos perder lo que tenemos, a nuestros seres queridos, que algo que está fuera de nuestro control va a suceder inexorablemente. Y al pensar así….le damos fuerza al miedo, y atraemos esa realidad que terminamos creando.
Cuando te das cuenta que no puedes perder nada , porque nada nos pertenece, se redimensiona. El desafío colectivo es transitar la incertidumbre con una única certeza “Todo es para bien”. Aunque no lo puedas ver en ese momento.
Siempre fui una madre sobreprotectora que hacía usar polera a mi hija hasta en verano, y con 9 años le lavaba el pelo y no la dejaba hacer nada sola porque todo me parecía que no estaba preparada. Después de que el padre me la sacó, y tras haber sobrevivido esa muerte en vida que fue aceptar que eso estaba sucediendo, me encontré, casi veinte años después, pensando, que si las cosas no hubieran sucedido así tal vez yo la hubiera continuado sobreprotegiendo y de esa manera, inutilizado su capacidad de Ser.
La vida me enseñó que hasta en el espanto más profundo hay esquirlas de Luz para rescatar. Y que las cosas suceden para aprender, para saldar deudas y para no olvidarnos nunca que estamos en tránsito y nada nos pertenece. Y que el Amor todo lo puede y la Verdad prevalece.
Cuando sientas que esa oleada de energía “rara” se acerca, prende mucho incienso de rosas. Las rosas llaman a los ángeles. Y si puedes, compra agua de rosas en la farmacia, y espárcela en los lugares donde estés habitualmente, como la cama, los sillones, etc.
Detén tu cerebro, reflejo de tu ego, y haz algo positivo, saliendo de esa madeja que te abduce y te embadurna. Y ten en cuenta que estamos en tiempo de cambios internos profundos, que nos conmueven.
Que una Luz brillante guíe tus pasos, tu corazón, tus palabras, tus pensamientos, tus acciones, transformándose al unirse a todas las otras, en una fuerza de Amor que contrarreste y nivele.
Que un manto de Amor y Protección te envuelva y sosiegue , recibiendo en ti el consuelo divino.
Bendiciones!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos