NAVIDAD ES NACER DENTRO DE TI MISMA
Esos minutos robados al tiempo. Esos instantes en que creía con tanta fuerza que dolía. Esos segundos antes de entrar y ver alrededor del árbol los regalos.
La magia no eran las cajas de colores. La magia es lo que lograban los adultos que me querían lo suficiente, cómo para hacerme mirar hacia el cielo en el jardín a las 12 de la noche, y ayudarme a descubrir y VER con nitidez el trineo, los renos y el gorro de Papá Noel. Las voces de sorpresa y alegría que venían desde adentro de la casa de mis abuelos y esa sensación en el estómago de que algo fabuloso había pasado. Tenía que ser así…y así había sido.
Cuando nos dicen que somos lo que creemos, intento volver a ese lugar. No al lugar físico, sino al lugar mental de ser capaz de elegir ver lo maravilloso. Comprendiendo que lo maravilloso lo logramos nosotros al darle forma con los ojos y el corazón.
Navidad es una puerta en el tiempo donde la vibración se eleva aún en los lugares más oscuros. En los más tristes. Navidad es sentir que la vivas donde la vivas logras encenderte como las luces de los árboles que llenan las calles. Dejándote hipnotizar por ese prendo y apago que no es más que el símbolo de la vida misma…luces y sombras intermitentes, complementarias. Mareas constantes.
Elijo creer que no hay distancia y que entran en el corazón los que están y los que no. Elijo creer que a las 12 un pedazo de estrella cae en la copa de cada uno, llenándola de dulzura, para que todo dolor, soledad, nostalgia, salgan por la ventana con su mochila de tristeza a cuestas.
Elijo saber que estamos junto a quiénes amamos aunque no se sienten a nuestra mesa. Elijo sentir que la alegría de quiénes creemos en la magia de este día se distribuye y alcanza para los que no encuentran el camino para sentirla.
Navidad es nacer. Nacer dentro de ti misma, pariéndote desde tus propias entrañas. Y esa celebración es tuya. Sólo tú sabes lo que costó llegar a este día. Sólo tú sabes como quieres vivir los que le siguen. Déjate llevar, suelta lo superfluo, y cruza el propio muro que te envuelve. Abre tu puerta y deja entrar a quiénes quieres que renazcan en tu nuevo camino. Y siente, como cada día, pero hoy con más fuerza que nunca estamos solas!
Bendiciones infinitas! Que tengas una Noche Buena y una Feliz Navidad…y te encuentres renacida en puro amor concebida!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos