Blog - Nunca estamos solas

LA FUERZA SANADORA DE LA MENTE

Por esos días mi tío se había caído de la moto. En realidad, para variar, no había salido despedido por el aire, sino que apoyó mal el pie y se lo quebró.

Terminó internado, con media pierna llena de clavos, lejos de sus pájaros, su aire libre, su libertad, su cabaña del bosque.

Las semanas pasaban y aquello no iba ni para adelante ni para atrás. Los huesos no soldaban, los médicos esperaban, aunque no supieran bien qué…

Una noche, leyendo el libro de Roma, encontré que había una forma de trabajar con él en mi lugar sagrado. Era algo así como “llevarlo” hasta ahí, y en forma asistida, pedir para que los huesos se soldaran, mientras lo sumergía en una visualización de un agua verde, el color del Arcángel Rafael. Sin saber siquiera que ese era el nombre del Ser de Luz que nos asistía.

Estuve horas y horas. Hasta que me quedé dormida.

Al otro día sonó el teléfono. No existían los celulares.

“Está bien! Los huesos soldaron! Los médicos no tienen idea de qué pudo ser, pero no importa… en unos días le dan el alta!”.

Cuando hablo acerca de la fuerza de los pensamientos, tanto positivos, como negativos, hablo de esto.

Podemos dirigir con voluntad nuestra mente hacia propósitos elevados y lograr buenas cosas.

No pensando si vamos a poder o no. Haciéndolo. Sin dudar. Porque nunca somos nosotros. Simplemente somos el instrumento para que la Luz pueda actuar.

Préstale tu mente, préstale tus manos, préstale tus palabras y oraciones… y convierte tu vida en una serie de sucesos con sentido, porque nada de lo que hagas, estará vacío de contenido.

Cree en ti. En tu fuerza. En tu Fe. En tus intenciones. Y recuerda…no estás solo…

Bendiciones!

Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos