HACERTE PREGUNTAS
Cuando éramos niños vivíamos haciendo preguntas.
Pero prontamente nos quitaron la costumbre al decirnos “No hagas preguntas”
Lo grave es que con el tiempo, nos olvidamos de hacernos preguntas…y de hacer preguntas…
Hacerte preguntas es darte cuenta que estás vivo.
Hacerte preguntas lleva a conocerte mejor.
Hacerte preguntas te obliga a pensar, a sentir, a salirte de lo rutinario.
Hacerte preguntas te permite reformular las condiciones de tu vida, al romper con eso de robótico de hacer el mismo camino, la misma labor, las mismas cosas.
Hacerte preguntas te vuelve curioso, te da pasión por salir al encuentro de nuevos conocimientos, situaciones o personas.
La pregunta más habilitante de todas es “¿Cómo estás? “cuando realmente sale del corazón. Hacer esa pregunta puede cambiarle/te el día y la vida…la propia y la del otro. Es la forma más sencilla de compasión y amor en acción…
Si estás vivo…hazte/le preguntas…
Bendiciones!!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos