EL HOMENAJE AL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE
“Cementerio para los perros soldados” dice el cartel. Mis ojos no dan crédito. En el castillo de Edimburgo, enterrados junto a otros héroes, los perros que acompañaron a sus amos en las batallas, tienen un cementerio en su honor.
En Escocia , la fidelidad se resume en un nombre… Bobby. Un skye terrier que permaneció 14 años sobre la tumba de su amo después que este murió de tuberculosis. Hoy tiene su propia tumba en el Cementerio de Greyfriars, una estatua que todos visitan y su plato y su collar se pueden ver en el Museo de Edimburgo.
Caminando por la isla de Skye, al borde del camino, un banco de madera tiene una chapa de bronce con la una foto. “Bonnie. Llena de vida. Llena de amor. 1997-2012”.
El espíritu de clan, la solidaridad, no se reduce a los hombres en ese país. Para ellos los animales merecen respeto, amor y lo demuestran con hechos. Tanto hombres como mujeres. En cualquier ciudad de las Highlands cuando se acercan las 6 de la tarde, cada dueño sale con su can a pasearlo. Parece hora pico de transeúntes , aún en los lugares más apartados.
Palabras como fidelidad, confianza, solidaridad, amistad, ayuda mutua, son emblema de ese país. No como discurso vacío, sino por la forma de vivir de los “de a pie”. Los que no tienen privilegios, ni cargos, ni poder. Lo que yo llamo, la gente de verdad.
Volví pensando en que no sólo cada ser humano se construye la vida, sino cada sociedad, cada grupo como colectivo. En cada uno de nosotros está esa diminuta llama que unida a la de otros, enciende una gran luz. Son los actos individuales los que cambian la realidad propia y la de quiénes nos rodean.
Cómo tratamos a quien nos quiere y nos es leal, desde un perro hasta un humano, nos define.
Bendiciones!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos
