Blog - Nunca estamos solas

And the winner is…YOU

“Mi vida es una sitcom” la he escuchado decir múltiples veces.

¿Y si su vida puede convertirse en una de esas maravillosas películas donde coinciden el director, el actor, y el productor en la misma persona? Algo así como una Woody Allen femenina, creando su propia versión de “Poderosa Afrodita”.

Porque tiene muchas de las cualidades de la diosa: diosa del amor y de la belleza, mujer creativa y amante. Una mujer que atrae a los demás con la calidez magnética de su personalidad. Que logra reunir alrededor de su mesa para festejar que nació, a una variedad de seres humanos tan ecléctica que demuestra que su corazón es lo suficientemente amplio como para sumar, para conectar a unos con otros y disfrutar de la abundancia de afecto que genera para ella y su entorno. En una época de almas secas y frías, celosas de espacios, destaca con su jugoso humor y su cálido enorme abrazo.

Afrodita pone en primer lugar las relaciones y sus reacciones son emocionales al 100%. Por eso, para que la película tenga un final digno de esas de amor que nos dejan las fibras temblando primero debería realizar cuatro tareas internas. Seleccionar semillas. Mirar para adentro los sentimientos, las motivaciones, y los valores, y dejar lo insignificante afuera. Después animarse a ir por el vellocino de oro del poder, empoderarse de sí misma sin perder la compasión. Teniendo claro lo que necesita, sabiendo lo que quiere, animándose a merecerlo. Entonces, llega el momento de poner la distancia emocional. Porque esta diosa sin medias tintas se involucra tanto en los afectos, que los árboles no le dejan ver el bosque. Sentarse en la pradera y observar los patrones de comportamiento, las repeticiones, para luego hundir su copa de cristal personal en la corriente circular de la vida para llenarla y hacer fondo blanco.

Con la copa llena, llega el momento de aprender a decir que no. Tres veces. A aquello que le cueste más negarse. Para ejercitar la capacidad de decisión. Porque a veces las mujeres olvidamos lo que realmente queremos para nosotras, nos conformamos, se nos imponen y nos desviamos de la verdadera meta.

Mi deseo es que mi amiga Afrodita siga su esencia de arriesgar todo por una relación de amor y ganar.

En algún lugar todos somos guionistas, directores, y productores de la película de nuestra vida. El tema es que no nos animamos a ocupar la silla. Merecemos ser las Fellini de nuestras Dolce Vita. Las Zeffirelli de Romeo y Julieta. Jugar el rol que queramos a la hora de competir por el Oscar de la vida…que para cada cual será diferente: se llamará chocolate para unas, viajes para otros, familia para aquellas, amante para estas, paz para los que la busquen, dicha para quiénes la encuentren.

And the winner is… YOU.

Bendiciones!

Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos