AMIGOS…
“No hay posibilidad de que vos y yo estemos lejos”. Porque la cercanía no tiene nada que ver con la presencia física, sino con el calor del corazón, con las experiencias compartidas, con los saber que se está cuando se necesita al otro, y también muchas veces cuando no, y vaya que es cosa buena no tener un por qué o un para qué tener que verse.
Cuando siento a alguien amigo, como casi todo en mi vida, son difíciles las medias tintas. Y soy selectiva que doy asco, porque para mí la amistad es un deslizarse por aguas profundas, nunca un resbalar superficial.
Los amigos se acumulan en el tiempo, pero no siempre nos tienen/tenemos igual. Hay momentos vitales que se adecuan a unas personas, y otros a otras. Pero eso no hace menos importantes ni queridos a aquellos que no están en el día a día. Cada uno de esos amigos a quiénes les he dicho y les digo “te quiero mucho” tienen un pedacito de mí entre sus manos. Y elijo creer que esas manos son buenas, sabias, compasivas y leales. Ayer. Y hoy. Y mañana. Soy dueña de todas mis partes, pero hago de ese comodato, uno de los actos de comunión y regocijo con el otro más profundo.
A todos esos dedos tan queridos que entrelazan, tejen , nutren, crean , funden , vibran , acompañan y dan sentido a que el mundo de la emoción y el afecto tenga ese valor que no sabe de kilates, saber que están no necesita de día, ni de fechas, ni oropeles… sino simplemente, de sentires.
Feliz día del amigo.
Bendiciones!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos