Al ver una foto…
Al ver una foto, me vino a la cabeza los ires y devenires de las alianzas de mi vida. Esos anillos de oro que sellan las uniones.
Recordé las primeras. Mi suegra insistió en que eran importantes, y nos acompañó a elegirlas a una buena joyería. La inscripción… la misma que ella tenía en la suya. “De Simone a…” “De …a Simone”. Y yo en la nube de Valencia, porque nunca había pensado en casarme, ni en alianzas ni en nada. Pero ahí estaba. Puesta la música, hay que bailar. El final de esas alianzas ni siquiera lo recuerdo lo cual ya habla por sí solo.
Las segundas no tuvieron inscripción. Olvidé por completo cuando las compramos, en donde, ni por qué. Pero si el final que tuvo…la mía por lo menos, voló por la ventana. La sentía un candado no una alianza…
La tercera…vino casi a los dos años de casarnos. Las elegimos juntos, y la inscripción fue INSIEME. Juntos en italiano. La usé años, hasta que un día, cuando me encontré en el Jardín Botánico a hablar con una persona que luego se volvería más que especial… la perdí. Se me salió del dedo, cayó al pasto y dimos vuelta todo y no apareció. Salí de allí derechita a la misma joyería, las encargué nuevamente y llevaron la misma inscripción. Pero algo habí cambiado.
Con el paso del tiempo, llegó el tercer divorcio. Me quité la alianza del dedo, y la guardé en una cajita de madera especial. Porque ese vínculo tomó otro formato. Pero el amor, la lealtad, el cuidado entre nosotros, no terminó cuando los papeles así lo consagraron. Elegimos darle no un final, sino una transmutación. Somos los hermanos que la vida no nos dio. Yo porque tengo medios hermanos por parte de padre, que nunca veo. Y él, porque los suyos le dieron la espalda hace muchos años. Nos convertimos en familia. Familia. La inscripción que elegimos la hicimos realidad INSIEME… por elección sobre cualquier contrato y situación.
Los objetos tienen vida. Cada vez que veo en la mano de Kate Middleton el anillo que fue de Lady Di, me pregunto en qué cabeza cabe obsequiarle a tu novia el anillo de tu madre que tan mal lo pasó en ese matrimonio. Los objetos portan energía…
Las alianzas son mucho más que alianzas…tienen un inicio, un final…o un para siempre…en todos los planos.
Bendiciones!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos