A vos ¿que es lo que de verdad te importa cuidar de vos misma?
Cuidar con tantas ganas lo de adentro como lo de afuera.
Veo gente super preocupada por someterse a tratamientos de belleza. A intervenciones que dejen labios, pómulos, senos, colas, que sigan todos los lineamientos de la estética de moda. E incluso a repetirlos para cambiarlos según la sociedad lo solicite. Que se usan los labios gruesos Los engroso. Vuelven los finos. Los afino. Y así con todo.
He visto en baños de boliches a mujeres mostrarse las tetas recién operadas, unas a otras, diciendo “Tocá, tocá. Son increíbles. Me siento una mujer nueva. Me cambió la autoestima.”
Por eso somos carne de cañón para todo lo que proponga no envejecer, no afearse, parecer de 20 cuando tenés 60.
El tema es que yo vengo de una familia, por ambos lados, en donde la estética fue preocupación de una rama alejada y poco frecuentada. En cambio, mis abuelos, mis padres, hasta mis tíos, todos eran grandes lectores. Y estudiosos autodidactas.
Una buena conversación, alguien con quien se pueda hablar, no necesita estar vestida a la última, ni tener un armario saludable, ni poder apoyar el vaso en el escote. Lo que se cultiva y cuida interiormente, soporta las inclemencias de lo económico, del paso del tiempo, de las modas, de la competencia de ser más o menos nada.
Por eso siempre me enamoro de las cabezas, no de los cuerpos. Por más lindo o linda que sea, si se escucha el ruido del vacío interior, si los únicos temas son recomendaciones para verse bien de afuera y lo de adentro ni se nombra, me aburro. Mucho.
Porque la juventud, la belleza, lo externo, perime.
La cultura general, los pensamientos propios, los temas interesantes, el sentido del humor (gran indicio de inteligencia), la pasión por lo que se hace, no tienen fecha de vencimiento. Al contrario, como el vino, mejoran con el paso de los años. Hay cosechas de los 60 que no te las cambio por una más cercana en el tiempo ni loca.
Cada una sabe en qué le interesa invertir. La inversión queda a la vista. Bien mantenidas por dentro, se espeja en el afuera. El viceversa, no funciona igual. Cada día elegimos lo que de verdad nos importa.
Que nunca falte!
Simone Seija
La Psi que leo Registros Akásicos